jueves, 14 de agosto de 2014

https://www.youtube.com/watch?v=wCUKvMO_wgE
https://www.youtube.com/watch?v=YYNyq0cVuhk
Cuando digo que soy daltónico hay más de uno que me pregunta, “¡Ira! ¿Cómo haces con los semáforos? ¿De qué color ves la grama? ¿Rojo y verde? La respuesta a todas esas preguntas es lo siguiente; todos vemos el mundo a nuestra manera. El título de este escrito no es más que una forma barata de llamar su atención para que lean lo que voy a decir a continuación. O tal vez no.

Los veo igual, o por lo menos eso creo. El de arriba es rojo, el del medio amarillo y el de abajo verde. Lo sé porque así me lo dijeron desde que tengo memoria, y creo que esa constante aclaración me ha hecho, eventualmente, ver los colores como dicen los demás. Sé que la grama es verde, sé que el pare es rojo, y sé que la mierda es marrón. A lo que quiero llegar es que veo el mundo como me lo hicieron ver; mis padres, mis amigos, los medios, la sociedad; pero solamente lo superficial. Hagan ese ejercicio, ¿qué tanto se detienen a ver el mundo desde más allá de lo superficial? Encontrarán un mundo lleno de incertidumbres, preguntas sin respuesta, que tal vez sea mejor nunca responder, o por lo menos eso creo yo. Creo que esa constante búsqueda de respuestas es la que nos mantiene vivos y si, algún día, llegásemos a tener todas las respuestas que queremos, entonces ¿para qué vivir?

No confundan el vivir preguntándose con el vivir dudando, dudar es algo muy diferente. Dudar es estar un paso atrás, preguntarse es estar un paso adelante, así de simple. La vida cambia cuando uno empieza a preguntarse, háganlo y verán. No sé qué tan claro pudo llegar a ser lo que acabo de decir, pero espero que alguno que lo intente me comparta sus resultados. Y sí, no confundo los semáforos, no me paso los pares por verlos verdes o rojos, pero sigan preguntándome, y seguiré respondiendo lo mismo.


Agosto 21 del 2013


@asantiagopf

Suelo escribir mucho, pero últimamente no he podido, todavía no encuentro la razón, y la verdad es que prefiero no saberla. Hoy decidí escribir estas palabras por ocio, diversión (sí, a algunos nos divierte escribir), y tal vez una urgencia de sacar pensamientos que tengo guardados. Lo que voy a escribir ahora no tiene referencias bibliográficas, no es un artículo de investigación, nada de eso. Lo que van a leer ahora son las palabras de un enamorado, un romántico, un idealista, o un loco; llámenlo como quieran.

Hay alguien que siempre me mueve, siempre me acompaña, y tiene la habilidad de hacerme sentir cosas que nunca imaginé sentir o pensar. La razón por la que estoy escribiendo estas palabras. Puede ser desgarradora, y al mismo tiempo curar todas las heridas. Puede mandarte a la mierda, o ayudarte a levantar del más duro golpe. Puede hacerlo todo. La música.

Estoy enamorado de la música desde que tengo memoria. Tenemos una relación recíproca; nunca me abandona, y yo nunca me olvido de estar con ella todos los días. Con el pasar de los años me he dado cuenta que es parte necesaria, indispensable de mi vida. Me habla, me enseña, me hace reflexionar, me ha hecho perdonar y pedir perdón, me ha hecho olvidar, me ha hecho recordar, me ha hecho amar, me ha hecho llorar, me ha hecho reír, me ha hecho bailar, me ha hecho dormir, me ha hecho todo. Soy de pocas palabras, y se lo agradezco a la música.

Nunca me voy a separar de ella, y ella nunca me va a dejar, de eso estoy seguro. La soledad no existe, porque la música existe. Podría extenderme y hablar de los grandes creadores de la música, las grandes canciones (esas que viven para siempre), pero ese no es mi estilo. Quizás después de leer esto querrán recordar y volver a escuchar eso que tanto los hace sentir, volverán a esa canción que siempre los mueve.
¿Qué sería del mundo sin la música? Yo respondería, sin dudarlo, que no sería nada, viviría en un vacío interminable, mudo y aburrido. ¿Qué ha hecho la música por ti? De mi parte puedo decir que lo ha hecho todo.


17 de octubre del 2013


Andrés Santiago
@asantiagopf

jueves, 17 de noviembre de 2011

Una nota más que constituye un documento para este blog.


Para empezar, quiero decir que esto lo hago con las intenciones menos productivas del caso, quiero que esto sea lo más inútil que hayan leído. Espero, también, que encuentren en estas palabras algo para cuestionar, reflexionen lo más que puedan de este tema. Un tema muy importante para todos, tema del cual debemos estar constantemente actualizados; todos los días, diario. Empiezo entonces…

Es cierto que en nuestra historia han existido personajes ilustres, muy ilustres, los cuales han sido tan influyentes que cambian nuestra forma de ver la vida (..y la muerte), pongo ejemplos rápidos; Aristóteles, Descartes, Thomas Hobbes, Faustino Asprilla… pero sin duda, el más célebre es Diomedes(z) Díaz (corríjame si es con Z, estoy abierto a críticas). ¿Por qué doy esto como un hecho? Fácil, este hombre es un genio. Voy a dejar de lado sus logros musicales y me voy a centrar en sus teorías, muy interesantes, por cierto. Espero que entiendan que para reflexionar sobre estas teorías hay que tener una mente muy abierta, muy abstracta; capaz de entender los juegos de palabras que este hombre, muy a propósito, usa para compartir sus teorías.

Al preguntarle si piensa en la muerte, él responde (con su singular, pero muy elocuente acento) con lo que quizás es la conclusión mas cierta de este mundo, “Todos los días, diario (haciendo gran énfasis en esta última palabra). No quiero moríme, le saco el cuerpo a cada ratico.prim saco el cuerpo a cada ratico.esto que significa? uno, como un a acento) obre est en sus teorsido tan influyentes que cambia” Muchos se preguntaran, y bueno, esto, ¿Qué significa? Significa muchas cosas, primero, y lo más obvio, este hombre es inmortal, un semidiós; claramente dice que “le saca el cuerpo” a la muerte, ósea, ha averiguado la forma de evitar la muerte a cada rato. Esto es, claramente, algo que solo él, con su poder humano superior, puede lograr. Por favor, nadie intente evitar la muerte, hay dos cosas inevitables en la vida… una es defecar (cagar) y la otra es morir; pero, al parecer, Diomedes(z) Díaz es capaz de esto, y con esto viene una gran responsabilidad. La responsabilidad de ayudarnos a entender la vida, la muerte, el arte, y todas esas cosas sencillas pero muy valiosas de la vida.

Y por eso se ha dedicado a hacerlo, indirectamente, mediante sus múltiples y valiosas entrevistas. Dando testimonio de su genialidad y poder sobrehumano. Y, en algunas otras, nos cuenta sobre sus principios, y de cómo obtuvo este poder, la inmortalidad absoluta, la capacidad de engañar a la mismísima muerte. Dice, éste gran genio, “Si yo sirviera más muerto que vivo, me muriera hoy, pero no lo se, hermano.” Quiero resaltar como trata a su entrevistador como un hermano, eso es cualidad de una persona sencilla, humilde, consciente de su gran poder pero a la vez de que debe ser calmado con el. Diomedes(z), desde ya te puedo decir, sirves más vivo, nunca te vayas (se que no lo harás, le sacarás el cuerpo a la muerte). Necesitamos de tus grandes testimonios. Son, para muchos, entretenimiento y fuerzas día a día.

Tanta es su sencillez, que hasta le da consejos profesionales a sus hijos, los hijos del folclor (si, él es el Folclor, y el folclor es el sentir del pueblo). Les dice, “tómenle amor al arte, y verá que construye una pirámide, mi hermano. Un besito!”. De nuevo, “mi hermano”, un poco fuera de base porque está dirigiéndose a sus hijos, pero a éste semidiós ese pequeño error se le perdona. Claro, construir una pirámide, tal vez eso sea una tarea fácil para él… aunque dice también, “en un futuro, no muy lejano, podrá ser un Diomedes(z) Díaz” (también nombre a unos cuantos homólogos, que están de más en mis comentarios, a ellos tal vez me dirija en un futuro). ¿Para qué nos dice esto? Es obvio, nos quiere dar esperanzas… nosotros, también, podemos llegar a ser semidioses, quien sabe!

            Podría extenderme mucho más acerca de la genialidad de éste ser superior, días y días de debate, pero prefiero dejarlo para su propio juicio. Valoren las enseñanzas que este hombre nos deja siempre que elocuentemente se expresa. Solo a un ser fuera de este mundo se le ocurren ideas tan perfectas, tan ciertas. Espero que su entierro sea, como el lo describe, “bonito”, aunque es obvio que eso no va a pasar (él es un semidiós).  No olviden que él es una nota más que constituye un documento para nuestro folclor (el sentir del pueblo). Ah, también, escuchen su música, es buena.


Aquí les dejo un par de sus muchos testimonios, escúchenlos, aprendan.